Ejemplifica la difusión del discurso higienista que formaba parte de la “operación limpieza y corte”. Señala la desaparición de las calles de “barbudos y pelucones” como una “sicosis de los candidatos a hippies” y una “norma de higienización de corte del pelo”. El amedrentamiento implicito se refuerza con la frase “el miedo es cosa viva”.