Bajo el título “Los que no entienden” el articulo identifica a uno de los dueños de la Librería Martín Fierro del centro de Santiago, el cual tendría en su comercio un “gran stock de literatura de propaganda marxista”, refiriéndose a dichas ediciones como “libracos”. Señala, en un claro mensaje de amedrentamiento, que dicha persona fue detenida y enviada al estadio Nacional “para ser juzgado por su porfiada actitud”.