Señalado en múltiples testimonios de allanamientos y requisas, particularmente en el libro; “El golpe al libro y a las bibliotecas de la Universidad de Chile de María angélica Rojas Lizama y José Ignacio Fernández Pérez y el propio relato de Galeano quien refiere la historia de una mujer que huyó de Santiago con este libro envuelto entre los pañales de su hijo.